miércoles, 20 de agosto de 2008

Daouia: "A pesar de todo, una historia feliz"

Caminar por el barrio de Bir Chifa es todo un ejercicio de humildad. Y más si la guía es una mujer como Daouia. A los ojos de un occidental, este entramado de callejuelas poblado de almas ofrece muchas incógnitas. Apenas bajamos del coche, me toma de la mano y me lleva a su casa, un gesto que me hace sentir que, a partir de ese momento, debo ser un habitante más de los arrabales tangerinos. Al menos por unas horas. Por mucho que uno intente pasar desapercibido en un lugar como este, las miradas clavadas no dejan de recordarnos que éste no es nuestro espacio. Pero hoy somos invitados y nuestra anfitriona se encarga de que nos sintamos como en casa.

Daouia es una mujer curtida. En apenas tres décadas de vida, se ha casado, ha parido seis hijos y ha tomado la determinación de divorciarse en un país en el que las mujeres estaban acostumbradas a que otros decidieran por ellas. Ha accedido a contarnos su historia en el lugar en el que transcurre, su casa. Un espacio de apenas diez metros cuadrados las cobija a ella y a sus hijos. Una pequeña cocina y un habitáculo que hace las veces de aseo completan este hogar. Lejos de sentir vergüenza por las condiciones de vida a las que se debe enfrentar, nos muestra con orgullo sus escasas pertenencias.

Los pequeños llegan a casa y se echan a nuestros brazos como si fuésemos viejos conocidos. Algunos estan escolarizados, otros lo harán pronto. Pero la mayor ha tenido que madurar antes de tiempo. Ibtisam, que en árabe significa "Sonrisa", se ha convertido a sus trece años en una pequeña mamá que se ocupa de sus hermanos menores mientras su madre trabaja. Y asíi ha sido desde que tenía diez. Sacar adelante una gran familia con apenas doscientos euros al mes no es fácil. Eso es lo que le reporta a Daouia su trabajo en una gran fábrica textil. El recuerdo de un matrimonio fallido, de un marido que no supo respetarla y la obligó a huir, está presente en la conversación. Recordar no es fácil, pero ahora lo importante es el futuro. Sobre todo, el de sus hijos. Quiere para ellos lo que para ella no pudo ser.

Se hace tarde. El sol en Tánger parece que tiene prisa por desaparecer y en apenas unos minutos un paisaje inquietante asoma a nuestros ojos. Bullicio, ropa colgada, casas con ladrillo vista, multitud de coches abriéndose paso entre la gente... Daouia nos hace ver que ha llegado el momento de marchar. Visitas como la nuestra no siempre son vistas con buenos ojos en un lugar como este. Los hombres salen primero. Ella y yo nos volvemos a dar la mano mientras nos despedimos.

¿Eres feliz?, le pregunto. Si, responde Daouia. Ante eso, poco más puedo decir. Sólo darle gracias y demostrarle mi admiración. Mujeres como ella son las que conforman un paíis y su futuro.

Fotografía: Miguel Núñez

10 comentarios:

eva dijo...

Desde este lado del mundo, desde la comodidad,la seguridad, y todos esos "lujos occidentales", no deja de sorprender que alguien pueda sobrevivir con 200 euros, o que tenga el coraje de llevar adelante una familia dejando atrás un pasado que se entrevé difícil sin quedarse anclado en él, y fijando la mirada en el futuro.
En cualquier caso, quiero destacar que el relato te transporta a ese Tánger que estais viviendo y que transmite en cada palabra las sensaciones de quien lo escribe. La pregunta final: ¿Eres feliz?, me ha emocionado.
Gracias por compartir todo esto con nosotros.
Eva

Anónimo dijo...

Despues de leer la historia de Daouia sé que esa mujer forma parte ya de vuestra vida. Pero lo importante es que contándola habeis conseguido que aquí, al otro lado del estrecho (no tan lejos como parece), también se aproxime intensamente a la mía.
Os sigo desde el primer día Y con cada entrada "aprendo" y "siento". El abrazo de los niños,la sencilla felicidad de una mujer luchadora, el calor de un hogar... son sensaciones que me hacen reflexionar sobre lo que debeis estar viviendo ahí.
Por lo que contais Daouia está llena de fuerza y sus hijos, especialmente su hija de trece años, esa pequeña mamá que podría ser la protagonista de otra historia en vuestro viaje a Tánger, tienen la oportunidad de aprender que hay futuro. Un abrazo.

Anónimo dijo...

Qué envidia me dais!!! Por todas las vivencias que estais teniendo y relatando y por lo bien que retratais la realidad con vuestras palabras. Al leer la historia de Daouia me da la impresión de que ya la conozco yo también. Gran trabajo chicos!
Y yo preocupada porque el churri se quedó sin medalla....es broma, para sacaros una sonrisa en medio de una realidad tan dura. Besos

Manu dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Manu dijo...
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Manu dijo...

Seguro que el principal objetivo en la vida de Daouia no es su propia felicidad. Tiene, por lo de pronto, entre otras, seis preocupaciones mucho más importantes. Sin embargo la respuesta a la gran pregunta es una afirmación.
Después de leer este maravilloso texto, las razones para contestar afirmativamente no han sido los valores que hoy por hoy tenemos en el primer mundo. Esos valores han sido mucho más profundos y sobre todo mucho más difíciles de evaluar. Me atrevo a decir que su respuesta seguro que fue mucho más rápida de lo que nosotros tardaríamos en contestar. Y eso que jugamos con “ventaja”… Una gran lección.
Moitas apertas, bicos e sobre todo moito ánimo.

David dijo...

Deciros que AGARESO en sí mismo me parece una iniciativa de matrícula de honor, así como los artículos con los que nos vais ilustrando vuestro viaje a Marruecos.
Os seguiremos con gran expectación.
Enhorabuena!!!
David

Anónimo dijo...

Hola Agaresos!

Enhorabuena Tere por la historia. Y al resto igual, ya lo sabeis.

Desde aquí se todo con otros ojos. A pesar de que físicamente algunos ya estamos aquí (aprendiendo a escribir con teclado español) mentiría si dijese que no estoy aún con vosotros.

Chapeau para todos. Haceis que este blog sea una "tubería" de información. El objetivo es que esté siempre desatascada ;)

Roi Palmás

Anónimo dijo...

Enhorabuena Tere por esta historia. Y por supuesto al resto de la expedición de AGARESO por acercarnos día a día a esta realidad que estáis describiendo de una forma tan fantástica.

Sin duda, la historia de Daouia debería ser una referencia para todos de como a pesar de no tener apenas nada (salvo algo muy importante, el amor de sus hijos) una persona puede salir adelante con tanta fuerza y con tantas ganas de vivir. Hace que muchos de los problemas que nos agobian en el mundo occidental, sean una auténtica chorrada.

Gracias por compartir estas historias con todos nosotros. Hace que aquellos que no hemos podido ir nos sintamos también un poco más cerca de vosotros y de las protagonistas de este proyecto.

Álex

Noelia dijo...

Me sumo al comentario de Álex. Enhorabuena por el repor. La verdad es que te deja los sentimientos a flor de piel. Hace que te pares a pensar en la poca importancia que tienen tus propios problemas. Tere disfruta mucho de la experiencia y al llegar nos lo cuentas para que podamos compartir una parte de lo que has vivido.
Un beso, Noe.