jueves, 21 de agosto de 2008

La puerta abierta al diálogo (Atawassoul) hace fructificar a la cooperacion gallega en el magreb

La expedición de Agareso (Reporteiros Galegos Solidarios) prosigue con su cometido por el norte del Magreb, buscando historias anónimas que reflejen la lucha de un verdadero feminismo. Desde la obra y obrando, son múltiples los casos que ofrecen la pura esencia de una discreta revolución de género. Para ello, organizaciones como Amarante arropan con su abrigo social el proyecto de alfabetización y formación que desarrollan las mujeres trabajadoras marroquís en la asociacion Atawassoul. "Sólo un pueblo formado, es un pueblo sabio", dijo un conocido ilustrado.

La cooperación al desarrollo llegada desde la sociedad gallega es necesaria presenciarla para constatar nuestra aportación a un colectivo vulnerable como es el caso de la mujer trabajadora del textil y otras labores extendidas por el norte de Marruecos. Cuando uno escucha - por que es la principal herramienta para el entendimiento - descubre que la paciencia y el sentido común se imponen en cada variación social relacionada con las mujeres de este país.

Por el momento, son conocedoras de muchas referencias de sus homólogas de otros países más favorecidos que, a estas alturas, persiguen otra clase de objetivos vitales distantes a los ansiados por las mujeres del norte africano. Pero, en este rincón, el deseo es que todo vaya mucho más rápido, aunque las propias interesadas insisten en que no es lo más recomendable: "la mejor revolución son los pequeños y silencioso cambios".

A lo largo de esta semana, los días están siendo largos - porque aquí el sol parece tener poca prisa por esconderse - y la noche también. Dilatadas conversaciones sobre proyectos sociales con identidad gallega están implicando a numerosos Reporteros Galegos cargados de Solidaridad, procedentes de un tejido social en el que encontramos referencias en materia de cooperación como Amarante.

Uno de esos reporteros, ese espíritu vivo que combina la juventud con el sentido común, abandonó la expedición obligado por su agenda laboral. Roi Palmás ha permitido aportar el contraste necesario sobre cómo estaban las cosas hace un año, y cómo están ahora. Sin duda, hemos encontrado sustantivas variaciones: nuevos espacios donde formar y alfabetizar a la mujer; una infraestructura en proceso de crecimiento que permite dar amparo a más mujeres y un camino inexorable hacia la justicia social y laboral. Todo ello fruto del entendimiento, a los sólidos puentes construídos por ingenieros sociales a ambas orillas del estrecho. Pero, con una máxima como paradigma irrenunciable: 'la puerta abierta siempre al diálogo (Atawassoul)'.
Fotografia: Miguel Núñez


1 comentario:

Anónimo dijo...

Es curioso... acabo de despedirme y ya estoy tecleando otra vez. Es un impulso que me gustaría que llegase en forma de apoyo a todos los que cooperan por esa "revolución discreta y silenciosa" de la que que hablais.
Entiendo que en una realidad tan dura como la que estais describiendo la referencia sea el mundo occidental. Pero creo que deben saber que aquí también tenemos mucho que aprender de sus valores. Al dar la cara ante la cámara de Miguel demuestran que tienen claro lo que quieren, unos derechos que puede que no lleguen a disfrutar. No se marcan metas. Son pequeños pasos, seguros, convincentes...
Vosotros que teneis la oportuinidad de estar ahí decídselo. Unha aperta!!!!